El estreno de esta semana es la película (500) días juntos.
Argumento: Ésta es una historia de chico encuentra chica... La mecha se enciende desde el primer día, cuando Tom (Joseph Gordon-Levitt), se encuentra con Summer (Zooey Deschanel), la bella y joven nueva secretaria de su jefe. Tom pronto descubre que tiene un montón de cosas en común con Summer. Después de todo, a los dos les encanta The Smiths. Summer, la chica, no cree lo mismo. Para nada. Y a medida que la relación avanza, se ven envueltos en un desenfrenado e impredecible atascado lío amoroso, de un joven que cree haber encontrado a la mujer perfecta.
Fragmentos para una cronología del desamor por JORDI COSTA. EL PAÍS 23-10-2009.
Ópera prima del director de vídeos musicales Marc Webb, 500 días juntos es una fascinante anomalía: una comedia romántica capaz de seducir incluso al espectador más resistente al género, que, de paso, cuestiona y transgrede algunas de las inercias del mismo sin alterar su esencia. Su toque de distinción argumental ya ha sido explotado por su campaña publicitaria: aquí es el elemento masculino quien cree en el amor y anhela el compromiso, frente a un objeto de deseo asentado en el firme descreimiento de todo espejismo sentimental. Pero, por supuesto, eso no es todo: la película de Webb, apoyada en un guión muy consciente de su propia lucidez que firman Scott Neudstadter y Michael H. Webber, cuenta su historia a partir de una argucia estructural que fragmenta el relato y sacude su linealidad, logrando incisivas yuxtaposiciones de fascinación y desencanto, luz y sombra de un proceso que reivindica la existencia de muchas declinaciones de la felicidad y la plenitud fuera de los restrictivos márgenes de lo que, tradicionalmente, Hollywood ha considerado un final feliz.
Con su mirada de fotolog y su aureola de enigmática fragilidad, Zooey Deschanel parece modular en su papel de la anti-sentimental Summer Finn esos aspectos que en Di que sí (2008) la hacían acreedora al trono de gran mito romántico de la era Twitter. A su lado, Joseph Gordon-Levitt compone un preciso retrato de la nueva y desvalida inmadurez masculina. Juntos logran que la película sea, más que un artilugio ingenioso, una comedia romántica que habla tanto al corazón como al cerebro y que marca un memorable hito en la historia del género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario