Ir a ver una película de Pedro Almodóvar siempre resulta estimulante, nunca sabes lo que te vas a encontrar.
Ayer en el periódico un aficionado decía que Almodóvar era cómo Goya o Velázquez sólo que en imágenes vivas y no le faltaba razón.
Sin Almodóvar no se entendería una parte de la historia del cine español, sus películas te pueden gustar u horrorizar, nunca deja indiferente ni los críticos se deciden.
La piel que habito es algo distinto dentro de la filmografía del manchego, sin llegar a ser su obra maestra, para mi sin duda Volver, trasmite sensaciones y angustias.
Almodóvar es cómo Velázquez y por eso consciente o inconscientemente le rinde homenaje en una de las escenas mostrando a Elena Anaya cómo La Venus del espejo.
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